Mario, llevaba seis meses en el Líbano, estando de regreso por fin y queriendo darle una sorpresa, le encargaron esta tarta...
El carro de combate es el Leopard, un bizcocho torneado que va relleno de mousse de chocolate y nata, entre capas chocolate crujiente, bañado con almíbar de limón.
El topper realizado en cubertura roy, la cubierta de la tarta es fondant de nubes, pintada toda con aerógrafo...
Mario, por fin en casa, misión cumplida, espero que tu regreso haya sido muy feliz, y que te haya gustado mucho tu sorpresa.
Mario, llevaba seis meses en el Líbano, estando de regreso por fin y queriendo darle una sorpresa, le encargaron esta tarta...
El carro de combate es el Leopard, un bizcocho torneado que va relleno de mousse de chocolate y nata, entre capas chocolate crujiente, bañado con almíbar de limón.
El topper realizado en cubertura roy, la cubierta de la tarta es fondant de nubes, pintada toda con aerógrafo...
Mario, por fin en casa, misión cumplida, espero que tu regreso haya sido muy feliz, y que te haya gustado mucho tu sorpresa.
3 comentarios:
Wowwww! me ha encantado esta tarta...que trabajón! Quiero un aerógrafo YA!
Un beso
Que bueno Ele, graciosisima la postura del soldadito, mola un montón, pero... ¿cuando la hiciste? ah claro a la hora en la que todo el mundo está planchando la oreja y no hay nadie merodeando que te pise la inspiración ja ja. Me encantan los colores que le has puesto de camuflaje, el aerógrafo se te da de miedo. Besitos
¡qué simpática!
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