Tenían que estar presentes, Silvestre, Piolín y la abuelita, pero la abuelita no pudo venir, a si que manos a la obra me dispuse a llamar a Lucas, pero no he visto cosa más difícil de pato, y ya a las tantas de la madruga apareció Bugs el conejo de la suerte, ¡con una cara de malo malisimo! ...claro estaba "cabreao", ya eras las tantas...
A la mamá de Laura le ha encantado Bugs porque dice que la recuerda a su niña con los dos dientecillos de delante como Laura y las orejas, como cuando ella le hace coletas.
Bueno no he podido hacerlo mejor, cuando se tuercen las cosas a veces no hay manera de hacerse con ello, solo espero que a Laura una preciosidad que cumple tres añitos y quería una tarta de Piolín le guste y disfrute de su cumpleaños...